Sitgès tiene una larga reputación. Su primer bar gay, El Horno, abrió en 1968, y durante tres décadas se ha elogiado el ambiente gay-friendly de la localidad catalana.
Por supuesto, no toda la ciudad es invadida por hordas de gays frenéticos en los primeros días de la primavera. Pero en el viejo centro, los valores se invierten: ¡la homosexualidad parece ser la norma, la heterosexualidad la excepción!
Para los miles de chicos que llegan aquí cada año, es la hora del maratón, una carrera trepidante que se sitúa bajo el signo de las famosas tres "S" tan queridas por los Bronzés: "mar, sexo y sol"
"Mar y sol" para empezar, porque, por supuesto, la gente viene aquí en primer lugar por la playa. Sitgès tiene 17 playas repartidas en 18 kilómetros, pequeñas calas o largas playas de arena. La ventaja de la estación catalana en comparación con otros lugares gay europeos es que todo se concentra en unos pocos cientos de metros cuadrados.
La playa gay en el centro de Sitges © DR
Aquí, la playa gay de Bassa Rodona está en el corazón de la ciudad, justo al otro lado del agradable paseo marítimo de La Ribera. Chicos de todos los estilos y edades toman el sol en esta bonita cinta de arena encajada entre dos diques de piedra. Pero el centímetro cuadrado aquí se convierte en algo tan preciado durante el verano que se desborda fácilmente en las playas vecinas. El lugar es perfecto para mirar y conocer gente.
¿Es por falta de espacio que tantos hidalgos orgullosos con cuerpos aceitados y musculosos prefieren estar de pie? por 5,50 euros al día, puedes alquilar una tumbona sin arruinarte... Sin embargo, el mejor lugar para estar es la arena. Porque hace calor y está bien, por supuesto. Pero, sobre todo, porque es en el punto álgido de este mar de nalgas abultadas y paquetes moldeados donde el espectáculo es más atractivo.
¿Odias los textiles? La playa naturista (y mixta) de Las Balmins, también urbana, se "esconde" un poco más allá, en medio de las rocas. Tienes que pasar por la iglesia de Sant Bartomeu, por un cementerio marino y seguir recto hacia el puerto deportivo para encontrarlo, un paseo de veinte minutos al sol.
En cuanto a la playa naturista gay (Playa del Muerto), se tarda casi una hora en caminar hacia el sur pasando por el Club Atlántida para encontrarla. El precio a pagar por una pequeña cala con muchos guijarros. Entonces, ¿qué sentido tiene? Bueno, la tranquilidad, por supuesto, y el bosque de pinos que bordea la playa, donde no sólo se respira aire fresco
A una hora a pie del centro de la ciudad, la aislada playa gay de Sitges © DR
La hora feliz es el final del tiempo de juego. en Sitges, los bares y las tiendas han tomado muchas de las calles del centro histórico. Y no hace falta la bandera del arco iris: muchos de ellos son gay-friendly. aplastada por el calor de la tarde, la pequeña plaza del Cap de la Vila vuelve a estar deliciosamente fresca cuando el día llega a su fin.aquí es donde se establecen las citas en los teléfonos inteligentes, a los pies del edificio modernista del Rellotge, que no habría sido repudiado por el arquitecto barcelonés Gaudí.
En las calles peatonales que rodean la plaza, 450 tiendas con aire acondicionado esperan a los primeros clientes para calentar sus tarjetas. No hay grandes marcas internacionales (para eso está Barcelona, a media hora en tren), pero sí algunas tiendas de decoración (como Loft, en la calle Parellades) y sobre todo tiendas de moda que merecen una visita, como Laguna Beach Shop (calle Sant Josep) o ES4U (calle Sant Pere).
¡Deja paso a la segunda "S" del famoso "mar, sexo y sol"! Bares para gimnastas, osos o adictos a la moda, con espectáculos de drags, go-gos o shows de striptease, fiestas naturistas o con máscaras... Necesitarás una semana para recorrerlos todos.
Algunos están equipados con pistas de baile y acogen a DJs residentes, como XXL,Orek's, Bourbons, Prinz o Queenz, y la fiesta se extiende a las calles, en noches de estilo español que parecen no acabar nunca. Pero ten paciencia: estos bares nunca se animan antes de las 2 de la madrugada. Por tanto, es mejor que te ocupes primero, sentándote en la terraza de un restaurante.
Con este ambiente, los clubes "de verdad" son más bien escasos: Organic y New Trailer con sus fiestas de la espuma(ver foto abajo). Sobre todo, están desiertas hasta las 4 de la mañana. Así que tienes que empezar la noche poco a poco para poder probarlos.
Por otro lado, no es cuestión de perderse la GBP (Gay Beach Party, para los no iniciados), "la" fiesta de Sitgès. Desde el cierre definitivo de Atlántida, esta discoteca efímera instalada al aire libre y en el paseo marítimo, ahora tiene lugar los jueves por la noche en Sweet Pacha Sitges.
Ni que decir tiene que las camisetas de tirantes son opcionales. Y el resto también, a veces En las húmedas noches catalanas, las miradas son insistentes, los cuerpos se rozan y se mezclan rápidamente... ¡Caliente!
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